Al interactuar con sus amigos y familiares, el empleado puede relajarse y aumentar su productividad al no sentir al lugar de empleo como un “exilio comunicacional”.
Las empresas en un pasado no muy lejano, bloqueaban el acceso a estas páginas, porque argumentaban que sólo eran una perdida de tiempo y una distracción del trabajo a los empleados.
Numerosas empresas están buscando un equilibrio entre el acceso a las plataformas virtuales de interacción y la censura de contenidos lúdicos o prohibidos. Estas medidas intentarán maximizar la productividad del empleado como así también su bienestar en el ámbito laboral.
Las redes sociales ya no son sólo recreativas o de ocio. Las mismas se constituyen en una importante herramienta de comunicación estratégica, que permite a quienes la usan responsablemente, alcanzar contactos, negocios, y beneficios antes impensados para su empresa o trabajo.
Los consultores pregonan que: “Cuando el empleado está en contacto con su familiares y amigos, se sienten más feliz; esto se traduce en mayor calidad y mayor atención al realizar las diferentes tareas”.
La censura, que impide la libre comunicación de los trabajadores en sus lugares de producción, se ha vuelto obsoleta en los tiempos que corren, puesto que desde cualquier dispositivo móvil se pueden acceder a las distintas redes.
Por tal razón las empresas han empezado a eliminar las restricciones que impedían el acceso desde las oficinas a páginas como Facebook, Twitter, LinkedIn. y Google Plus, entre otras.
En un futuro no muy lejano los empleados podrán acceder desde cualquier oficina a sus muros y perfiles; la tendencia indica que los promedios van decayendo. En 2009 el porcentaje de empresas que prohibía el uso de redes alcanzaba el 60%; hoy la cifra a caído al 40%.
Sin embargo, la decisión final de eliminar las prohibiciones o mantenerlas, depende de la profesionalidad y responsabilidad del empleado, quien deberá evaluar la cantidad y calidad de tiempo que destina a sus relaciones virtuales y cuánto a su labor.
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